Señoras y Señores Accionistas:
Situación Económica Mundial
El 2020 se destaca por la prominente desaceleración de la economía mundial. Según datos reportados por las agencias económicas de cada país, la contracción en mayor o menor medida es generalizada y las previsiones de cara a lo que será el crecimiento de la economía en 2021 se mantiene reservada.
Las persistentes pérdidas del PIB constituyen un grave revés para los niveles de vida en relación con las expectativas que existían antes de la pandemia de COVID-19, que ha cobrado más de dos millones y medio de vidas, y aún no ha tocado fin. Un aspecto crítico de la lucha contra la crisis sanitaria es asegurar que todas las innovaciones, ya sea en términos de pruebas de detección, tratamientos o vacunas, se produzcan a una escala que permita beneficiar a todos los países. En el mundo entero, las economías tienen por delante arduas trayectorias para retomar los niveles de actividad previos a la pandemia.
Viendo el lado positivo, las perspectivas de que las tasas de interés se mantengan a bajos niveles durante más tiempo, sumadas al repunte del crecimiento proyectado para 2021, podrían aliviar la carga del servicio de la deuda de muchos países. Según las proyecciones de corto plazo del informe Perspectivas Económicas Mundiales, para 2021 se prevé un crecimiento mundial de alrededor del 5.5 %, lo que implica un avance meramente limitado de actividad económica proyectada para 2020 - 2025, tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo.
En México, para 2021 se cuenta con calificaciones crediticias de 'BBB' con perspectiva negativa por S&P; 'BBB-'con perspectiva estable de Fitch, quien desde marzo del 2020 al igual que S&P recortaron en un escalón, seguida por Moody´s que mantiene una calificación de 'Baa1' con perspectiva negativa. El ajuste se debe principalmente por la baja crediticia de PEMX) y la deuda soberana del país, en vista del deterioro de la confianza de los inversionistas y de las perspectivas económicas, así como por los riesgos para las finanzas públicas derivados de la política energética.
Mercado de Seguros
En el sector de los seguros, muchos esperan que el contexto económico actual impulse un mercado que ya venía transformándose, aunque a una velocidad más lenta. Sin embargo, hoy la industria aseguradora está acelerando su proceso de digitalización, replanteando en algunos casos su modelo de negocio y, además, la pandemia también acentúo la necesidad de ofrecer nuevos productos personalizados: ciberseguros, seguros en función al recorrido de kilómetros en automóviles, seguros de vida y gastos médicos con coberturas específicas, entre otros.
Por otro lado, se presentó un cambio en el comportamiento histórico de la siniestralidad en ramos como gastos médicos y automóviles; el primero por desfase en atención de consultas, tratamientos y cirugías de enfermedades no relacionadas con COVID-19 y el segundo por el cambio repentino al dejar de usar los vehículos ante los encierros de la población.
A la inversa, hubo que enfrentar nuevos reclamos ocasionados por la pandemia en las distintas líneas de negocio como vida, gastos médicos, interrupción de actividades en algunos mercados, cancelación de eventos, desempleo, etc. Dichos reclamos se estiman de más de US$105,000 millones y si se consideran las pérdidas en inversiones que el sector ha tenido, se estima que la pérdida total será de aproximadamente US$203,000 millones.
En México ya se ha colocado la pérdida por la pandemia en la segunda peor en la historia, con un monto que asciende a la cantidad de US$1,279 millones al cierre de febrero del 2021, únicamente superada por las pérdidas indemnizadas por daños ocasionados por el huracán Wilma en 2005 (US$2,325 millones). Sin embargo, en general, el sector a nivel mundial será capaz de absorber el impacto sobre los beneficios causado por la crisis.
Por otro lado, la pandemia tocó al sector en un momento de endurecimiento de tarifas de daños, tendencia que se espera continúe, particularmente en carteras de riesgos comerciales, a medida que el capital vaya siendo más escaso. Esto, y la prevista reactivación de la demanda de seguro, deberán incrementar los beneficios a largo plazo.
En este sentido, entre las tendencias actuales del sector asegurador mundial se encuentran:
- Incremento de la conciencia de riesgo:
A pesar de que las pandemias son conocidas por ser un riesgo pico, la crisis está aumentando la conciencia del valor de los diferentes ramos del seguro y grupos de clientes a nivel global. Las pandemias no serán totalmente asegurables, pero la crisis sanitaria incrementará la conciencia de los riesgos financieros asociados y estimulará la innovación de nuevas coberturas.
- Aceleración de la transformación digital:
La cuarentena y la implementación de normas de distanciamiento social han subrayado la importancia y el valor de la digitalización en todos los eslabones de la cadena de valor del seguro. Los modelos de distribución deben digitalizarse para poder seguir vendiendo. Es probable que los productos de seguro basados en uso se vuelvan más atractivos, ya que se adaptan rápidamente a cambios de comportamiento o volumen de negocio. Además, los métodos de gestión digital de siniestros y tasación de daños adquirirán más importancia, ya que permiten continuar liquidando reclamaciones de forma eficiente en un entorno de restricciones sobre la movilidad.
- Globalización y cadenas de suministro paralelas:
La pandemia ha puesto de relieve el riesgo de cadenas de suministro no diversificadas. Aunque la redundancia de las cadenas de suministro, su deslocalización y relocalización supondrá mayores costos, estos cambios también ofrecerán al seguro oportunidades de crecimiento en países donde se ubiquen las nuevas producciones, incluyendo los ramos de daños, ingeniería y caución.
Mercado de Reaseguros
2020 será recordado como otro año difícil para el sector de reaseguro global, debido a las pérdidas significativas relacionadas con la pandemia, reclamaciones por catástrofes naturales y menores retornos de inversión, por lo que nuevamente, el sector no podrá cubrir su costo de capital.
Esto se presenta en seguimiento a tres años anteriores en los que el sector ha luchado por cubrir su costo de capital debido a grandes pérdidas por catástrofes naturales, tendencia adversa por pérdidas en ciertas coberturas de responsabilidad civil en Estados Unidos y la feroz competencia entre reaseguradores generando sin duda condiciones comerciales difíciles para el sector pero que ofrece a la vez nuevos retos y oportunidades.
Al empezar el año 2020, las expectativas eran que el reaseguro iba en la ruta correcta y los reaseguradores mejorarían sus resultados. Sin embargo, las pérdidas de COVID-19 y la consiguiente volatilidad del mercado se convirtió, en esta ocasión, en el factor desequilibrante de resultados, por lo que una vez más, el sector vio comprometido sus niveles de resultados esperados.
El mercado se acercó a la temporada de renovaciones de diciembre del 2020 y enero del 2021 con una sensación de temor por parte de las cedentes y una sensación de oportunidad por parte de los reaseguradores, lo que influyó en una serie de aumentos de capital tanto de las reaseguradoras existentes como de las nuevas.
Los pobres resultados de suscripción de años anteriores, agravados por reducciones en las tasas de interés y pérdidas emergentes de COVID-19, apuntan a que los reaseguradores efectivamente pudieron empujar discretamente los precios y mejorar los términos y condiciones en las renovaciones de fin de año del 2020. Las negociaciones se centraron en que, si bien algunas líneas de negocio y territorios han mostrado malos resultados, otras áreas han generado retornos rentables consistentes para los reaseguradores.
El capital de reaseguro global también se recuperó rápidamente durante 2020 a partir de una combinación de mejora de los mercados de inversión, utilidades retenidas e incorporación de nuevo capital, terminando un 3 % más alto que a fines del 2019, brindando a las cedentes y corredores la esperanza de que hay hoy un mercado más duro, pero completamente sólido para respaldarlos.
El reaseguro se ha concentrado en buscar márgenes adecuados para su capacidad en coberturas de cola corta, lo que ha provocado una reticencia a respaldar coberturas operativas o working cover. Por el contrario, la presión sobre los precios y la disponibilidad de la capacidad en capas altas sin pérdidas disminuyeron y para las cedentes fue más sencilla su colocación.
El empeoramiento del entorno y las tasas de interés bajas han impactado los precios en todos los ramos de cola larga, en particular para el exceso de pérdida debido a su mayor exposición a la inflación de siniestros, buscando los reaseguradores aumentos sustanciales de precios.
Los reaseguradores que en estos contratos presionan por mejoras en los términos y condiciones se han enfrentado a una mayor confianza de las cedentes para retener más de sus propias carteras, ahora que muchas aseguradoras creen que han alcanzado un nivel adecuado de tarifas. Al mismo tiempo, los corredores están atrayendo cada vez más capacidad adicional nueva y de otros mercados a las carteras de cola larga, y éstas, al generar competencia, por supuesto mejoran las tasas y condiciones originales. Esto ha ejercido una mayor presión sobre los reaseguradores establecidos que han resistido varios años de mercado débil pero que en gran medida no pudieron reducir las comisiones de cesión como habían planeado antes de las renovaciones.
Una preocupación importante ha sido la falta de claridad en torno a las pérdidas de COVID-19 que sólo se notificaron al final del proceso de renovación o no se notificaron en absoluto en un número creciente de programas de reaseguro. Las cuestiones técnicas sobre la cobertura de la póliza primaria y la redacción de los contratos de reaseguro son complejas y, en muchos casos, aún se encuentran en las primeras etapas de deliberación.
Con sensatez, en lugar de tratar de resolver problemas complejos en plazos de renovación comprimidos, la mayoría de los programas renovaron sin considerar ninguna pérdida potencial de COVID-19, lo que dejó tiempo para que se llevaran a cabo discusiones más mesuradas durante los próximos 12 meses y para que las negociaciones se pospongan para renovaciones posteriores, donde los reaseguradores han sido claros y enfáticos es en la incorporación de exclusiones de enfermedades contagiosas.
Por otro lado, se había pronosticado una escasez de capacidad en mercados de retrocesión de daños, basada en la expectativa de que el capital atrapado afectaría los mercados de ILS, pero en realidad esto no se ha materializado en la medida esperada con algunos fondos incluso logrando aumentar sus activos bajo administración.
Con la mejora de los términos y condiciones del reaseguro tomado, algunos reaseguradores ajustaron sus estrategias de retrocesión y buscaron menos cobertura aumentando su retención. Las tarifas aumentaron y la capacidad en términos generales se vio limitada, pero los compradores pudieron obtener capacidad a través de un aumento en la emisión de bonos catastróficos y el crecimiento de la capacidad del reaseguro tradicional, que estaba preparado para asignar un mayor capital a la luz de la mejora de los precios y las estructuras.
Un mercado eficiente siempre encuentra un equilibrio apropiado entre la oferta y la demanda, así como los requerimientos de las diferentes partes, y la temporada de renovación del final del 2020 y principio del 2021 ha demostrado que continúa el funcionamiento eficiente del mercado global de reaseguro.
Los reaseguradores han expresado cierta decepción por no haber logrado todas las mejoras que buscaban en todas sus carteras, pero están complacidos de que la persistente tendencia a la baja que ha caracterizado los últimos años se haya detenido y revertido. Para las cedentes, los términos y condiciones en general han sido razonables y lógicos, y las mayores áreas de estrés se concentraron en renovaciones que claramente necesitaban mejoras.
Las condiciones parecen estar listas para extenderse hasta 2021, teniendo en cuenta los siguientes factores clave en los siguientes 12 meses:
Factores Adversos:
- Legado de mercado suave en algunos territorios y líneas de negocio
- Crecimiento de pérdidas por pandemia de COVID-19
- Incremento en pérdidas por catástrofes naturales y preocupaciones por cambio climático
- Criterios de reservas técnicas por actualizarse
- Recesión global generando estimaciones de primas menores
- Volatilidad de mercados financieros
- Primas técnicas de riesgo vs primas de mercado, por entrada de jugadores nuevos a paneles de reaseguro donde no participaban
- Mayores costos de retrocesión
Factores Favorables:
- Fuerte capitalización
- Resiliencia probada
- Ramos beneficiados con baja siniestralidad por la coyuntura de la pandemia como autos y gastos médicos por enfermedades no ligadas a COVID-19
- Mayor demanda por coberturas de reaseguro
- Nuevas oportunidades y soluciones: Cyber, disturbios sociales, canales de distribución de ventas en línea, transformación de espacios, coberturas paramétricas, etc
Al igual que el sector asegurador directo, la realidad es que nuestra forma de trabajar evolucionará más rápidamente de lo que hubiera sido antes de COVID-19, y ya todo el mercado estamos actualizando los modelos operativos para el futuro.
Sin duda 2020 ha traído grandes trastornos económicos y sociales a muchas partes de la sociedad, pero es de reconocerse que nuestra industria a nivel global enfrenta un futuro quizá con más optimismo que los desafíos que enfrentan tantas otras industrias, incluso, como se ha dicho, con nuevas oportunidades de crecimiento.
Aspectos Estratégicos y Corporativos
El Consejo de Administración ha contribuido en la definición, aprobación y supervisión de la ejecución de los lineamientos estratégicos de la Institución y participa en la revisión y en el establecimiento de las políticas para el desarrollo del negocio, siendo informado de las distintas acciones implementadas por la Institución.
Para esto contó con el apoyo de diversos comités, como lo son el de Auditoría, de Riesgos, de Retrocesión, de Suscripción, de Comunicación y Control, de Inversiones, y el Comité para la Protección de Datos Personales.
Con respecto al sistema de gobierno corporativo durante 2020 se impulsó la reestructura de los Consejos de Administración con el fin de conformarlos en su totalidad por consejeros independientes con amplia experiencia y prestigio, visionarios, eficientes, estratégicos, orientados a resultados, que no solo se adaptan al cambio, sino que lo promueven garantizando que el proceso de toma de decisiones sea de manera inclusiva, participativa y representativa fomentando la transparencia y rendición de cuentas.
Los miembros del Consejo de Administración fueron nominados y seleccionados de acuerdo con los lineamientos que tiene el Grupo y la revisión de los criterios de idoneidad y pertinencia. El Consejo destaca por su labor, experiencia e independencia, pues apoyado en los Comités que tiene bajo su dirección, es el órgano encargado de la vigilancia de la gestión, conducción y ejecución de los negocios de la Sociedad.
De esta manera, se asegura una operación eficiente y transparente en el marco de la ética, integridad, confianza de los inversionistas y desempeño sustentable.
En pro de seguir fortaleciendo el gobierno corporativo, se desarrolló la capacitación para los consejeros en temas económicos y de gobierno relacionados con el sector de seguros y reaseguro así como, en el conocimiento de la empresas del Grupo (Onboarding).
Alineado a lo anterior, se realizó la propuesta de organización de consejos y comités, la estructura permitirá que las decisiones tomadas sean ejecutadas con eficacia en la operación, generando beneficios directos para nuestros clientes.
El gobierno corporativo y control interno son uno de los pilares que apoyan a la consecución del Plan de Negocios Grupo Peña Verde 2020-2025 Beneficio Sostenible.
Agradecimiento
Agradezco a los funcionarios y colaboradores por su valiosa cooperación y solidaridad, y resalto la gratitud que tenemos en el Grupo hacia ustedes, señoras y señores Accionistas por la confianza que siempre han depositado en nuestra Institución.
Juan Manuel Gironella García
Presidente del Consejo de Administración de Reaseguradora Patria